Judith Butler y la Teoría Queer


Judith Butler es una filósofa estadounidense que ha realizado importantes aportes en el campo del feminismo, la filosofía política y la ética. Además, ha sido una de las teóricas fundamentales de la teoría Queer. Nació en Cleveland el 24 de febrero de 1956 y durante su juventud estudió en distintos centros hasta graduarse en filosofía en 1978 en la Universidad de Yale. Más tarde se desempeñó como profesora en otras universidades hasta hoy en día que trabaja en la Universidad de California en Berkeley.

Entre sus principales obras se encuentran: El género en disputa: Feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan: Sobre los límites materiales y discursivos del sexo (1993), en los que desafió las nociones convencionales de género y desarrolla su teoría de la performatividad de género. Estas obras significaron grandes aportes en los campos donde Butler se desempeñaba. 


Judith Butler plantea que la temática del género no puede pensarse si no es en un contexto interdisciplinario. Ella quiere remarcar la diferencia entre el concepto de sexo y  género, los cuales son aceptadas sin un cuestionamiento crítico. Por lo tanto, va a plantear que es necesario desnaturalizar ciertos conceptos que nos vienen dados y romper con los roles en los que pensamos para poder desplegar la temática del género.  Butler se refiere a la performatividad del género cuando actuamos de maneras que consolidan la impresión de ser de un género u otro como si ese fuera una realidad interna. Pero en realidad, se trata de un fenómeno producido y reproducido constantemente a través de normas que son establecidas y controladas por poderes institucionales y prácticas informales para mantenernos en un determinado lugar. 

Ante esto, una de las primeras críticas que va a plantear está relacionada a la teoría que sostiene que el sexo es natural, dado biológicamente, mientras que el género es construido socialmente. Este modelo impone solo dos opciones a los cuerpos: ser mujeres y hombres, comportarse femenina o masculinamente, respectivamente, y desear solo al sexo opuesto. Quienes no se conforman con este modelo se consideran “no normales” y así se perpetúa la homofobia y la transfobia en nuestra sociedad.

Para Butler, cuestionar la naturalidad del sexo no significa negar la materialidad del cuerpo o decir que el cuerpo no existe, sino que hay que pensar al cuerpo como un campo de relaciones dependiente.

Una de las razones por las que retoma el tema del cuerpo y su materialidad tiene que ver con su relación con las minorías y poblaciones vulneradas. Es aquí, donde aparecen los movimientos sociales que buscan la visibilización y el empoderamiento político de las minorías. 


La obra de Butler se considera fundante de la “Teoría Queer”. Estos estudios parten de la consideración de que la orientación sexual y la identidad sexual son el resultado de una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales. La Teoría Queer rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales como “homosexual“, “heterosexual“, “hombre” o “mujer“, sosteniendo que éstas esconden un número enorme de variaciones culturales, ninguna de las cuales sería más fundamental o natural que las otras. 

Es decir, critica las clasificaciones socio sexuales tradicionales, basadas habitualmente en el uso de un solo patrón de segmentación paternalista y sostiene que las identidades sociales, condicionadas por la naturaleza sexual, se elaboran de manera más compleja como intersección de múltiples grupos, corrientes y criterios.


Judith Butler intenta hacer del mundo un lugar mejor, donde las personas puedan vivir con su género “asignado” o “elegido” sin discriminación. Es una lucha por la igualdad y la libertad para aliviar el sufrimiento y reconocer la diversidad corporal y cultural que existe.

















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